domingo, 30 de octubre de 2011

Se atrasa una hora.

¡Y tengo una hora más para dormir! Aunque también hay que tener en cuenta que mañana oscurecerá más temprano... ¡Pero eso es bueno para estudiar! Y es que hay que mirarle siempre el lado bueno a las cosas...

En fin, mañana Kaelig se va a su pueblo natal a pasar un par de días en casa. Yo, por mi parte, aprovecharé para adelantar trabajo y dorama. Supongo que me centraré en Historia de España, haré mis deberes, me leeré Otelo y acabaré Hanazakari no Kimitachi e si todo sale bien. Casi siempre cambian mis planes por algún motivo... pero bueno.

Por otro lado ya me he comprado, vía Amazon y gracias a Anne, el libro de Romeo and Juliet en inglés del siglo XVI con explicaciones en inglés actual. Estoy tan, tan emocionada... además la editorial es Yale University Press y eso suena aún mejor (más información aquí). Como la cosa anda muy mal para ahorrarme un dinerillo he pillado en el envío ordinario y el libro me llegará sobre el 19 de diciembre. Esa es la única mala noticia sobre este asunto. Aunque bueno, de todos modos, creo que no podría haberlo leído hasta Navidad. Para ese entonces no me acordaré de que lo he pedido y me hará el triple de ilusión.

Ya casi me he terminado How To Be An Alien de George Mikes. Esta noche me he entretenido leyendo y escuchando gaitas de fondo. Nunca pensé que se me haría tan fácil leer en inglés con el sonido fuerte que tienen las gaitas justo a mi lado. Tener un novio gaitero te acaba acostumbrando a todo... será la primera cosa que tache de mi lista y además haré un comentario personal sobre la obra.

Por lo demás, casi no estuve en el Oktober Fest principalmente porque tampoco se dio la casualidad. Es el primero y siempre hay que hacerse un poco los misteriosos con las primeras ocasiones (invención sobre la marcha para excusarme de irme a beber sidra en lugar de beber cerveza).

Me he comprado un llaverito de peluche muy suave con forma de girafa. Se llama Safari según su etiqueta y he decidido dejarle el nombre tal cual. Creo que me haré adicta a estos llaveritos. Cuestan casi cuatro euros pero son tan suaves y tan monos que aish.

Mañana será otro día y yo me largo a dormir.

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